Código de ética del docente cristiano

En este escrito se presenta una adaptación de los conceptos de Elena de White con respecto a las funciones y deberes del maestro.

Christian Growth January 16, 2019

Todas las profesiones elaboran, se forman y ejercen su práctica bajo un código que responde a una ética profesional que garantiza la confianza ante la sociedad, al hacerse servir de sus profesionales. Como docentes cristianos, no podemos abstraernos de un código de ética que nos guíe con un rumbo fijo.

En este escrito se presenta una adaptación de los conceptos de Elena de White con respecto a las funciones y deberes del maestro.

Se debe tener presente que quien enseña la verdad es el único educador seguro; sin embargo, la Fuente de toda verdad solo se encuentra en Dios. Por lo tanto, se debe buscar cada día, con determinación, el Libro de estudio del más alto valor que contiene la instrucción de Cristo, el Maestro de los maestros.

A fin de que el docente pueda lograr el objetivo de su trabajo, debe personificar la verdad, ser un conducto por el cual puedan fluir la vida y la sabiduría de manera práctica en su clase diaria, de manera que sus alumnos puedan beber confiadamente de esa sabiduría.

Una vida pura, resultado de sanos principios y hábitos correctos, debe ser considerada, por lo tanto, como cualidad esencial que lo guíe en toda su práctica docente.

DEBERES DEVOCIONALES:

  1. Busca el conocimiento de Dios porque es la esencia de la verdadera educación. Haz de él tu sabiduría.
  2. Mantén tu voluntad bajo el dominio del Espíritu Santo.
  3. Honra a Dios al mostrarle al mundo que posees una sabiduría más que humana.
  4. Permite que el Maestro de maestros sea el instructor en tu cátedra diaria.
  5. Estima la Palabra de Dios como pan del cielo.

DEBERES PARA CON TUS ALUMNOS:

  1. Conduce a tus alumnos por la sencillez de la verdadera piedad.
  2. Ama y practica la verdad, pero teme la indolencia, la apatía, la irregularidad y la rutina.
  3. Imparte una educación pura, sin mezcla de filosofía pagana.
  4. Ama a los estudiantes como a ti mismo.
  5. Conduce tu clase con abnegación, que es la base de todo desarrollo.
  6. Sirve desinteresadamente para obtener la más elevada cultura de toda facultad.
  7. Educa mano, mente y corazón.
  8. Enseña las materias comunes comprometidamente y con oración.
  9. Adapta tu enseñanza a las diferencias individuales de tus alumnos.
  10. Liga a tus alumnos al corazón con los lazos del amor, la bondad y la estricta disciplina.
  11. Busca la superación profesional para enseñar con eficiencia.
  12. Sé objetivo en tus juicios de valor.

DEBERES PARA CON TUS COMPAÑEROS DE TRABAJO Y CON LA SOCIEDAD:

  1. Evita la impaciencia, la arbitrariedad y el autoritarismo.
  2. Realiza trabajos colaborativos para el bien común de tu institución.
  3. Antes que crítico mordaz, sé un elemento proactivo.
  4. Mantén un ambiente laboral de cordialidad.
  5. Respeta y valora las opiniones de los otros.
  6. Acepta con humildad el consejo de quien ya recorrió el camino.
  7. Forma buenos ciudadanos para este mundo y para la Patria celestial.
  8. Cuida la dignidad del docente a través de tu trabajo comprometido.
  9. Mantén la integridad, aunque se desplomen los cielos.

Con estos principios y conceptos fundamentales, todo profesor puede honrar a Dios con su trabajo y enseñanza a fin de conducir sus estudiantes a Cristo y al cielo.

Author

Lorenzo Tello

Me formé en la Escuela Normal como profesor de Educación Primaria y la Licenciatura en Ciencias de la Educación con especialidad en Lengua y Literatura Española, ambas carreras en la Univerdidad de Montemorelos. Tengo estudios de posgrado en Lingüística Hispánica en la Universidad Nacional Autónoma de México. He enseñado en la escuela primaria, secundaria y preparatoria en varias escuelas de la organización de la Iglesia Adventista de Méxixo; así como, en el nivel universitario y en el posgrado en educación en la Universidad de Navojoa y de la Universidad de de Montemorelos. Cumplí funciones directivas en todos los niveles. Actualmente estoy entrando al plan de jubilación que la Iglesia tiene; trabajé 43 años por la gracias de Dios y mi última función fue la dirección de la Facultad de Educación de la Universidad de Montemorelos.

    2 comments

  • | January 16, 2019 at 11:55 pm

    Thanks you for this article, very important.

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