La voluntad de servir

Philosophy and Mission January 30, 2023

Enseñar es un desafío. Lo es aún más en un contexto cultural e idiomático diferente al nuestro. Pero, así como Jesús enseñó, también nos capacitó para hacerlo en Malawi, África, durante este año. El lugar fue el Malamulo Adventist International School (MAIS). Una institución que reúne a hijos de voluntarios internacionales y del personal local que trabajan en el hospital de Malamulo.

Cierto día, estando en una de las actividades lúdicas que realizábamos en la escuela por las tardes, se acercó una pequeña niña para participar. Ella no hablaba inglés (mucho menos español) y yo aún no conocía demasiadas palabras en su idioma: el Chichewa. Pero eran tantas sus ganas de comprender el juego y participar que su carita no daba más de entusiasmo, entonces pensé para mí misma “vamos a probar con señas”, y empecé a usar todo mi cuerpo para indicarle lo siguiente: esta pelota es para las actividades con las manos, la puedes tomar y lanzar; esta otra es para jugar con los pies, la puedes patear. Ella comprendió todo claramente y repetía las señas y las acciones.

Entonces nos dispusimos a jugar. Todo ese tiempo que Verónica estuvo ahí, permaneció con una sonrisa característica que transmitía mucha alegría y felicidad. El juego tiene muchos beneficios para un niño. Quizá para algunos sea el único momento donde pueden alejarse de los conflictos, del dolor, y dejar que su imaginación los lleve a un lugar placentero, donde pueden ser todo aquello que imaginen ser. Agradezco a Dios por este momento, en que tanto ella como yo disfrutamos juntas. Sé que en ese momento fue feliz y ambas logramos vencer las barreras que nos separaban en aquel momento.

La experiencia del servicio siempre es positiva. Siempre es reconfortante. Porque se trata de ser las manos de Jesús en la tierra. Es el propio amor de Jesús expresado a través de quienes tienen la voluntad de servir con él. Y aquellos que estén dispuestos a hacerlo, experimentarán el resultado del amor que Dios tiene hacia nosotros.

Si como alumnos, somos capaces de ser hojas en blanco para que el maestro escriba con su lápiz divino, las bendiciones serán tan profundas que no habrá nadie que las pueda borrar. Será un regalo de Dios para nosotros, pero también un llamado a ir a donde él manda. Y sin dudas, será lo mejor que hayas experimentado en tu vida. No por lo que tu hagas sino por lo mucho que él nos ama.

Dios tiene su equipo de misioneros en cada generación y nosotros queremos estar ahí. ¿Y tú?

Author

Evelyn Fernández

Evelyn, from Argentina, Graduated in Psychology at River Plate Adventist University, serving as a teacher at Malamulo Adventist International School. We are telling our story through social media on YouTube as www.youtube.com/@emprendermision and Instagram as @emprendermision

    1 comments

  • | June 5, 2023 at 8:24 pm

    Me gusto tu experiencia, y mucho la parte final, la de ser como hojas en blanco. ¡Feliciades!

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