“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos” Mateo 5:16 NVI.
Durante mis cuatro años de prácticas profesionales, he tenido la oportunidad de vivir experiencias únicas y enriquecedoras que han dejado una huella imborrable en mi vida.
Una de las experiencias más impactantes fue, cuando tuve la oportunidad de estar frente a un grupo de estudiantes de bachillerato, donde los recursos eran escasos y las condiciones de aprendizaje eran muy precarias.
Al principio, me sentía abrumada por la situación y me preguntaba si realmente podría hacer algún tipo de diferencia en la vida de mis estudiantes. Sin embargo, a medida que los fui conociendo, empecé a descubrir quiénes tenían verdadero entusiasmo por aprender a pesar de las dificultades.
Al mismo tiempo, me di cuenta que tenía gran responsabilidad hacia ellos y un poderoso impacto en sus vidas. Durante mi tiempo en esa escuela, me esforcé por ofrecerles las herramientas necesarias para que pudieran superar las adversidades y alcanzar sus metas.
Les enseñé no solo las asignaturas escolares, sino también les transmití valores como la perseverancia, la resiliencia y la importancia de nunca rendirse ante las dificultades. Esto lo hice por medio de carteles que ellos mismos realizaron. De manera similar trabajé también con los padres de familia de ese entorno escolar.
A medida que transcurrían las semanas, fui testigo de cómo pude dejar huella en algunos de mis estudiantes porque en verdad quería tener éxito: comenzaban a creer en sí mismos y a ver sus capacidades de una manera diferente; sus rostros iluminados y sus sonrisas eran mi mayor recompensa, ya que sabía que mi trabajo como docente estaba dando frutos.
Una de las lecciones más importantes que aprendí fue, que nunca debo subestimar el poder que Dios me ha concedido para impactar positivamente en la vida de los demás, especialmente en aquellos que más lo necesitan.
También aprendí que, a pesar de mis limitaciones, Dios me ha dado la capacidad de inspirar y motivar para que los alumnos sean transformados a la semejanza de Jesús. Razones por las que he decidido aprovechar estas oportunidades cada vez que se me presenten, para marcar la diferencia en la sociedad que mucho la necesita.
Por eso, mi mensaje de motivación para todas los docentes es que nunca subestimen su potencial para hacer el bien. Cada pequeña acción que realizamos en nuestro trabajo, en nuestra comunidad o en nuestras relaciones personales, puede tener un impacto significativo en la vida de los demás.
Creamos en nuestras capacidades para ser agentes de cambio y nunca perdamos la esperanza de un mundo mejor. No subestimemos el poder de nuestro ejemplo y la influencia positiva que podemos ejercer en la vida de los demás, porque junto con Dios podemos lograr muchas cosas.
Por sobre todo, nuestra influencia debe conducir a los alumnos a mirar a Cristo y seguir su ejemplo, así como se espera que nosotros le seguimos a Él.
Authors
Nimsi Sibecai Gomes Arenas
Nimsi será egresada de la licenciatura de Ciencias de la Educación en el Área de Psicología Educativa por la Universidad Linda Vista, cuando este articulo sea publicado.
Emerson López
Posee un doctorado en Socioformación y Sociedad del Conocimiento. Ha sido prefecto, orientador, profesor de asignaturas, subdirector académico y director de instituciones educativas adventistas. Actualmente, se desempeña como docente de investigación en pregrado y posgrado en la Universidad Linda Vista ubicada en Chiapas México. Su pasatiempo es la lectura y escritura.