El poder educativo de escuchar

La práctica de la escucha atenta e interesada, conservando los límites profesionales y personales, es una buena acción educativa del docente adventista.

Inter-American December 12, 2024

“Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días.” Proverbios 19:20

Hice lo mejor que pude. A veces no dormía porque me desvelaba hasta altas horas de la noche para entregar un buen trabajo. Por fin, estaba terminando vía online el segundo semestre de mi carrera en la Universidad Linda Vista.

Sabía que el camino seguiría siendo desafiante. Ahora tenía de frente los siguientes semestres. El nuevo año traía un nuevo reto: estudiar de manera presencial en la universidad.

Además, para continuar, tendría que trabajar para cubrir el costo total de los servicios educativos. Para mi sorpresa, al llegar a la universidad descubrí el agradable clima por estar en medio de la naturaleza, así como el ambiente espiritual único que ahí se vive.

Las personas que me recibieron y con quienes empecé a interactuar eran muy amables y respetuosas. ¡Sería un año interesante!

Las clases comenzaron y debía aprender a organizar mi tiempo, muy distinto y más completo que mis hábitos en casa.

Cada día tendría una rutina similar a la siguiente: levantarme, ir en grupo a las reflexiones espirituales por la mañana, desayunar en el comedor institucional, ingresar al trabajo con puntualidad, volver a mi dormitorio, alistarme para la escuela, almorzar, asistir a la escuela, cenar, asistir a las reflexiones espirituales por la noche y, finalmente, hacer tareas.

Ante este exigente y a la vez agradable ritmo de vida, Dios me permitió tener excelentes docentes, quienes, en lugar de presionar con muchas tareas y actividades, nos presentaban el tema y brindaban consejos valiosos para sobrevivir en el ambiente universitario.

Confieso que, en muchas ocasiones, llegaba con estrés a mi habitación y al aula, ya sea por salir tarde de mi trabajo, no tener tiempo para almorzar por terminar una actividad, etc. Mis profesores simplemente me escuchaban con paciencia y oraban por mí antes de comenzar la clase.

Sinceramente, me sentía escuchado; y por alguna extraña razón, las clases se me hacían más interesantes. En ocasiones, llegaba antes que mis compañeras al salón y el docente, con amabilidad, comenzaba una conversación conmigo. Me preguntaba con interés cómo me encontraba, gesto que considero un factor importante para alcanzar mi equilibrio emocional dentro del internado escolar.

Esta experiencia me llevó a concluir: cuando alguien se encuentra bajo mucha presión o estrés, si alguien lo escucha con atención e interés, su mundo interior cambia totalmente para bien.

La práctica de la escucha atenta e interesada, conservando los límites profesionales y personales, es una buena acción educativa del docente adventista. Permitir este espacio de diálogo para verter las emociones y situaciones cotidianas fomenta la interacción profunda entre ambos.

Gracias a este modelaje de mis docentes, aprendí a escuchar y guardar silencio cuando la otra persona necesita hablar. Por eso, prometo con la ayuda de Dios ser un buen docente escuchando a mis alumnos, así como ellos lo hicieron conmigo. ¡Gracias a Dios por docentes que saben escuchar en las Universidades Adventistas!

Authors

Enoc Neftalí Rodriguez Martínez

Enoc Neftalí Rodriguez Martínez, será egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Educación en el Área de Química y Biología por la Universidad Linda Vista, cuando este articulo sea publicado.

Emerson López

Posee un doctorado en Socioformación y Sociedad del Conocimiento. Ha sido prefecto, orientador, profesor de asignaturas, subdirector académico y director de instituciones educativas adventistas. Actualmente, se desempeña como docente de investigación en pregrado y posgrado en la Universidad Linda Vista ubicada en Chiapas México. Su pasatiempo es la lectura y escritura.

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