“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” Proverbios 3:5-6.
Ser estudiante en cualquier nivel educativo no es fácil. Se requiere dedicación, esfuerzo, constancia y… algo más. Es necesario invertir en “algo” que descubrirás en las siguientes líneas.
Desde que inicié mi formación académica en la Universidad Adventista, formo parte de una comunidad que valora la excelencia académica y el crecimiento espiritual; pues la educación cristiana abarca todo el ser del hombre y la mujer. Esta universidad ha dejado en mi vida una marca permanente, motivándome a aplicar los principios de la fe en Dios en mis estudios.
Desde pequeña, había escuchado en mi hogar y en la iglesia acerca del fondo de inversión, el cual consiste en entregar una ofrenda a Dios al mismo tiempo que se le pide alguna ayuda específica. Esta puede ser referente a la salud, trabajo, el hogar, etc. De este modo, se deposita la confianza en que Él derramará grandes bendiciones sobre la ayuda solicitada.
Con ese conocimiento infantil del fondo de inversión, al iniciar mi carrera, me dispuse a practicarlo. Di el paso de fe y decidí dar una pequeña ofrenda por cada materia que cursaría, pidiendo a Dios ayuda para todo el semestre. Al terminar, gracias a Él, obtuve calificaciones sobresalientes.
Recordé el pacto inicial que hice; deposité toda mi confianza en Él; creí firmemente que nunca me abandonó y que fue quien me dio sabiduría para vencer todo obstáculo. Desde entonces, al iniciar cada semestre, separo mi ofrenda para depositarla en la iglesia a la que asistía antes de venir a la Universidad. El Señor me ha permitido seguir obteniendo notas sobresalientes. De este modo, demuestro mi confianza en Dios, sigo con firmeza practicando mi fidelidad y Él me responde en mis necesidades académicas. Me da inteligencia suficiente para avanzar en mis estudios.
Estoy convencida de esta forma de invertir; en mi vida, ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. No se trata solo de números y dinero. Es una forma de honrar a Dios al gestionar los recursos materiales disponibles y los recursos intelectuales con los cuales Dios nos ha dotado.
Por lo tanto, cada desafío superado y éxito alcanzado solo se lo atribuyo a Dios. Continúo esforzándome porque es la parte que me corresponde hacer dentro del pacto hecho.
Si como profesional o estudiante no has experimentado la fe y ese “algo” llamado fondo de inversión, te desafío a practicarlo en el ámbito de tu vida que más lo requiera. En esa área de tu vida que necesite restauración.
Finalmente, de todo corazón, oro porque siempre confíes “en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” (Proverbios 3:5-6).
Authors
Maryie Karina Martinez Caixba
Maryie es estudiante del sexto semestre de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas en la Universidad Linda Vista, ubicada en Chiapas, México. Le gusta aprender constantemente y vivir de la mano de Dios.
Emerson López
Posee un doctorado en Socioformación y Sociedad del Conocimiento. Ha sido prefecto, orientador, profesor de asignaturas, subdirector académico y director de instituciones educativas adventistas. Actualmente, se desempeña como docente de investigación en pregrado y posgrado en la Universidad Linda Vista ubicada en Chiapas México. Su pasatiempo es la lectura y escritura.