¿Educar a los mayores?

Inter-American February 27, 2025

La Psicología educativa se interesa por estudiar la manera en que las personas aprenden y los docentes enseñan. Dentro de sus objetos de estudios se encuentra las características del aprendizaje en diferentes etapas del desarrollo. Al respecto, es conocido que la actividad educativa en la adultez recibe el nombre de andragogía, término que la Real Academia Española define como “pedagogía o educación de adultos”. 

Durante mucho tiempo se pensaba que niños, jóvenes y adultos aprenden de igual manera. En la actualidad sabemos que todos aprendemos de manera diferente y que ciertamente los adultos tienen características que hacen del proceso de aprendizaje una experiencia distinta a la de los más jóvenes. De ahí que la andragogía conlleve una serie de retos que conviene considerar.

Uno de los principales es la administración del tiempo. Una persona adulta suele tener compromisos familiares y laborarles impostergables, lo que dificulta lograr encontrar espacios para la educación formal.

Otro reto es la tecnología, que en muchos casos hace una brecha difícil de franquear especialmente para aquellos que no han estado en contacto las TICs, a través de las cuales se desarrolla mucho de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Finalmente, el cansancio que dan los años unido a trabajos de tiempo completo, cuido de padres adultos mayores y de los hijos, se conjugan para que el adulto en procesos de aprendizaje experimente un agotamiento físico y mental que no suele experimentar las personas jóvenes.

Ante esta realidad, el rol del docente como agente motivar es de gran importancia en el logro de los objetivos de aprendizaje de las personas adultas. Si tienes adultos incluso adultos mayores en tu salón de clases, permíteme compartir contigo algunas estrategias que te serán de utilidad para apoyarlos en su proceso:

  1. Aprende sobre las características del cerebro adulto, esto te permitirá tener presente la manera en que los procesos cognitivos cambian a través de los años.
  2. Identifica la manera en que tus estudiantes adultos prefieren aprender, y utiliza esa información para desarrollar procesos de aprendizaje significativo.
  3. Valora su experiencia y conocimiento previo, esto es particularmente importante cuando se trata de adultos mayores quienes cuentan con experiencia vital que puede ser valiosísima en el trabajo de los ejes transversales de la educación.
  4. Sé flexible y paciente, por ejemplo, permite más periodos de descanso breves por encima de uno sólo extenso.
  5. Trabaja aprendizaje práctico, de manera que resulte útil a tus estudiantes.

Estimado lector, la edad avanzada no debe verse como un impedimento para aprender, sino como un valor agregado que enriquece la experiencia de la persona estudiante, también como una motivación para seguir cosechando éxitos como se ha hecho en el pasado. La Biblia dice “Los buenos florecen como las palmas y crecen como los cedros del Líbano. Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán fuertes y lozanos” (Salmo 92. 12, 14); que estas palabras reafirmen tu vocación docente y te motiven a ser de bendición para tus estudiantes mayores.

Author

Tatiana Henry

Psicóloga clínica y de la salud mental, neuropsicóloga clínica y psicopedagoga. Directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Adventista de Centro América en Costa Rica. Autora del libro Calma. Botiquín de primeros auxilios para el alma publicado por IADPA.

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