En las lenguas modernas sucede con frecuencia que al traducirse de una lengua a otra, se pierde la belleza de las palabras y en muchos casos las ideas originales porque la versificación, por ejemplo en el español, se basa en el sonido donde se usa la rima, el ritmo y la métrica, tratándose de los versos clásicos.
En las Sagradas Escrituras se usan muchos relatos históricos, lecciones y moraleja presentadas a través de metáforas. También tiene cánticos y poemas con la finalidad de dar a conocer los preceptos divinos y narra la conducción de Dios a través de la historia de la humanidad.
Hablando del lenguaje metafórico o indirecto la preceptiva literaria, quien se encarga de regir el uso del lenguaje figurado, nos presenta una clasificación muy amplia y variada de figuras literarias; en estos libros poéticos de la Biblia podemos observar claros ejemplos de este modo de emplear el lenguaje. Entre muchos, se puede mencionar a los tropos. Los tropos son figuras de pensamiento o de palabra que consiste en el uso de una palabra con un sentido figurado. Dentro de la clasificación de los tropos se encuentra la metáfora que es la más conocida. De la metáfora se dice que es una figura retórica de pensamiento por medio de la cual una realidad o concepto se expresa por medio de una realidad o concepto diferentes con lo representado, con los cuales guarda una relación de semejanza. (Rey, 1986). Su estudio se remonta a la poética y la retórica de Aristóteles, allá en la antigua Grecia.
Las metáforas en la Biblia, también siguen el paralelismo mencionado, como se observa en los siguientes versos:
En el Salmo 91:5 dice: “Con tus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.” Proverbios 17:6: “Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.” Cantar de los cantares de Salomón en el 2:1 “Yo soy la rosa de Sarón, y el lirios de los valles.” Y en el Evangelio según Juan leemos esta hermosa declaración del mismo Jesús, en el capítulo 14, versículo 6: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí.”
También podemos mencionar otras figuras literarias como estas:
Clímax o gradación dentro de la cual se observa la comparación o símil: Cantares 6:10 “¿Quién es esta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?” Y un ejemplo más: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuentas: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18.
En estos pocos textos se encuentra una muestra del lenguaje usado por los poetas bíblicos como David, el dulce cantor de Israel y, al rey poeta y sabio, Salomón, entre otros. Observamos un lenguaje tan rico y extenso con que el Creador del universo nos quiere atraer a su mansión santa por lo que inspiró a los escritos bíblicos para que contaran y cantaran de su gran amor.