Psicología Educativa y la disciplina para la vida

En el artículo anterior de esta serie, señalamos una serie de estrategias para lograr la disciplina en el aula. En este artículo destacamos una perspectiva más centrada en la persona.

Junto a estas estrategias, la Psicología aboga por espacios de aprendizaje en dónde se contemple las necesidades de los estudiantes, desde su realidad integral de vida, para no sólo facilitar procesos de aprendizaje académicos, sino procesos de aprendizaje y disciplina para la vida. Es decir, la Psicología Educativa aboga por un docente gestor de cambio, influyendo en el estudiante de forma activa, como modelo de disciplina que a su vez se ve influenciado por la realidad y necesidades del educando. Una perspectiva centrada en la persona, como individuo y como actor principal de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Como se ha expuesto, la disciplina es un elemento indispensable para el adecuado desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como para el desarrollo integral del ser humano. Los aportes de la Psicología Educativa, pueden orientar a docentes y padres, en cuanto a la necesidad de establecer normas y límites muy bien definidos, que permitan a los niños, niñas y adolescentes, identificar hasta dónde pueden llegar, qué se espera de ellos, y cómo lograrlo. Es decir, puede ofrecer orientación en la transmisión de los valores y actitudes, que han sido interiorizados primero por padres y docentes, para luego entregarlo a los más jóvenes.

Desde este punto de vista, la disciplina es para el adulto, las reglas y límites, para los niños y adolescentes. Es posible el desarrollo de ambientes de aprendizaje sanos y funcionales, centrados en la persona como individuo que influye en su medio a la vez que es influenciado por él. Conceptualizando a los estudiantes como seres pensantes e inteligentes, con la capacidad de identificar lo que es mejor para ellos, de elegirlo y de autogobernarse.

La Psicología Educativa constituye así una aliada en el proceso de construcción de salones de clase en donde la disciplina facilite la dinámica de aprendizaje. Y desde la perspectiva cristiana, sólo resta a este enfoque hacer eco de las palabras del apóstol Pablo en Hebreos 12: 11: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.

Referencias:

Cubero Venegas, Carmen María.  La disciplina en el aula : reflexiones en torno a los procesos de comunicación (2004) Revista electrónica de Educación.  Recuperado  de http://revista.inie.ucr.ac.cr/uploads/tx_magazine/comunicacion_02.pdf.

Sequeira, C. (2011).  Teoría de la elección en el aula.  En Revista de Educación Adventista 32: 2011. Revisado en http://circle.adventist.org/files/jae/sp/jae2011sp322604.pdf

White, E. (2013). La educación. Asociación Publicadora Interamericana: Doral, Florida.

Zabala Fernando (2005).  ¡Oye! Tengo algo que decirte.  GEMA Editores, Bogotá Colombia.

 

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